Cuando se trata de aprovechar al máximo su entrenamiento, lo que debe comer antes de ir al gimnasio es un factor crucial a tener en cuenta. Una nutrición adecuada puede aumentar sus niveles de energía, mejorar la resistencia e incluso mejorar la recuperación. Ya sea que esté haciendo una sesión de cardio de alta intensidad o un entrenamiento de fuerza, lo que consume antes puede afectar significativamente su rendimiento. Aquí tiene una guía sobre qué comer antes de ir al gimnasio para optimizar su entrenamiento.
1. Concéntrese en los carbohidratos para obtener energía
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, por lo que son un componente esencial de cualquier comida previa al entrenamiento. Comer carbohidratos antes de ir al gimnasio garantiza que tengas suficiente glucógeno almacenado en los músculos para mantener la energía durante todo el entrenamiento. Elige carbohidratos complejos, como avena, pan integral o batatas, ya que liberan energía lentamente y te mantienen con energía durante más tiempo.
Un buen refrigerio antes del entrenamiento puede ser un plátano con mantequilla de maní o una rebanada de pan integral tostado con aguacate. Estas opciones brindan una fuente rápida de energía y son suaves para el estómago.
2. Incluya proteínas magras
Las proteínas son fundamentales para la reparación y el crecimiento muscular, por lo que es importante incluirlas en tu comida previa al gimnasio, especialmente si estás haciendo entrenamiento de fuerza. Una pequeña porción de proteína magra, como pechuga de pollo, huevos o una fuente vegetal como el tofu, ayuda a prevenir el deterioro muscular durante el entrenamiento. Intenta consumir entre 10 y 20 gramos de proteína antes de tu sesión, según tus objetivos de fitness.
Un batido de proteínas con algo de fruta o un puñado de frutos secos son opciones convenientes si estás de viaje. También puedes acompañar tus carbohidratos con un refrigerio rico en proteínas, como un sándwich de pavo o un parfait de yogur con granola.
3. No olvides las grasas saludables
Si bien los carbohidratos y las proteínas son esenciales para el entrenamiento, incluir una pequeña cantidad de grasas saludables puede ser beneficioso para mantener la energía, en particular para los entrenamientos más prolongados o intensos. Los aguacates, los frutos secos, las semillas y el aceite de oliva son excelentes fuentes de grasas saludables que pueden proporcionar combustible duradero sin hacer que te sientas lento.
Sin embargo, mantén el tamaño de la porción moderado: demasiada grasa justo antes de un entrenamiento puede ralentizar la digestión y hacerte sentir pesado. Un pequeño puñado de almendras o una cucharada de mantequilla de almendras pueden proporcionar el equilibrio justo.
4. El tiempo es clave
El momento de la comida previa al entrenamiento es tan importante como lo que comes. Lo ideal es que comas entre 30 y 60 minutos antes de ir al gimnasio. Esto permite que haya tiempo suficiente para la digestión y le da a tu cuerpo la energía que necesita para rendir bien. Comer demasiado cerca del entrenamiento puede provocar malestar, mientras que comer demasiado temprano puede hacer que te sientas con poca energía.
Si tienes poco tiempo, opta por un tentempié más ligero, como una pieza de fruta o una barrita de proteínas, que se digieren más rápidamente y aún así te aportan un plus de energía.
5. Mantente hidratado
La hidratación es esencial para el rendimiento deportivo y comienza con la alimentación previa al gimnasio. Asegúrate de beber agua durante todo el día y trata de beber al menos 236 ml de agua 30 minutos antes del entrenamiento. La deshidratación puede afectar negativamente la resistencia y la función muscular, por lo que beber un poco de agua o una bebida con electrolitos antes del ejercicio garantizará tu máximo rendimiento.